Donde el cielo toca la tierra. Clamamos, creemos y vemos a Dios moverse.
Un equipo apasionado por estar en la brecha, buscando el rostro de Dios y clamando por la ciudad, la iglesia y las naciones. La oración es nuestro lenguaje, la intercesión nuestro llamado.
Veladas de oración, clamor por enfermos, intercesión por las familias y vigilias mensuales. Cada reunión es un altar donde Dios responde.
Levantar una generación que ora sin cesar, que intercede con poder, y que transforma ambientes a través de la comunión con el Espíritu Santo.